Me inundó el miedo de que el Estado que la persiguió y criminalizó dejara en la impunidad su muerte. Pero nunca imaginé que lo hiciera de una manera tan abierta y de las tantas irregularidades que afrontaríamos intentando llegar a la verdad.
Mami, no exagero, hemos hecho todo lo que podemos para llegar a la justicia: denuncias, manifestaciones, investigaciones independientes, demandar sin cesar nuestra participación en la investigación, intentar cancelar la ilegal concesión que originó todo. Hemos avanzado. ¡Pero qué va! No le miento, la mafia que protege a los máximos responsables de su muerte es muy poderosa.
Cada palabra suya, cada lección que me dio me han acompañado para no dejarme tragar en la tristeza. He viajado a todos los lugares posibles para denunciar el hecho y para contarles que usted habita en la lucha de las comunidades que desafían a los poderosos. Hoy camino por Río Blanco con la absoluta certeza de que ese territorio seguirá siendo libre y que llegaremos a la justicia verdadera.
Fragmento del texto de Berta Zúñiga a su madre a dos años de su muerte.
Artículo completo en El País.